google.com, pub-3182841380558548, DIRECT, f08c47fec0942fa0

La noche en la que Maradona le cumplió un sueño a su padre 

 La noche en la que Maradona le cumplió un sueño a su padre cuando lo llevó a Las Vegas para ver Leonard-Hearns.


En 1981 le cumplió a Don Diego uno de sus grandes anhelos: ver una velada mítica de boxeo. El Diez, un fanático de este deporte, estuvo relacionado a distintos pugilistas a lo largo de su carrera y siempre los siguió desde cerca.

 También ayudó a muchos en silencioSugar Ray Leonard y Tommy Hearns estaban a punto de subir al ring para disputar el combate esperado: la corona mundial unificada de los pesos welter. Y una vez que Diego, su padre y Jorge Cyszterpiller tomaron asiento, se completaron las 24.162 butacas disponibles en un escenario tubular levantado especialmente dentro del famoso hotel.Había asombro infantil en su mirada esdrújula cuando entró al ring side del Caesar’s.

 Luego, tras observar hacia uno y otro lado con las manos en los bolsillos de su ajustado jean negro, los labios superpuestos de sorpresa y un constante meneo aprobatorio de la cabeza, confirmó que aquel mundo imaginado existía, que no era abstracto.Ese miércoles 16 de septiembre de 1981 Las Vegas soportaba 35° a la sombra y cerca de 40° en el estadio. 

Maradona se había comprado por 30 dólares en la tienda del merchandising de la pelea, una gorrita con la inscripción Leonard- Hearns. Y la lucía satisfecho y sereno pues nadie había reparado en su presencia; resultaba desconocido para el gran público de aquella velada en la cual un convoy de célebres vanidades movilizaban con ansiedad a los imparables paparazzi.

La televisión paneaba con dinámica asiduidad los rostros y gestos de John Mc Enroe, Vitas Gerulaitis, Dean Martin, Burt Reynolds, Muhammad Alí, Paul Anka, Donna Summer, Marvin Hagler, Liza Minelli y Jack Nicholson, entre otros…