Detienen a un español que se hacía pasar por un agente de la Interpol para chantajear a mujeres con fotos íntimas. El arrestado publicó alrededor de 1.200 fotografías de más de 700 mujeres, presentándolas como si fueran prostitutas en una página de contenido pornográfico. |
Un español de 33 años fue detenido el pasado domingo en Alicante (Comunidad Valenciana) acusado de hacerse pasar por un agente de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) para chantajear a mujeres, cuyas fotos íntimas publicada en una página web de contenido pornográfico, reza un comunicado policial.En total, el arrestado publicó alrededor de 1.200 fotografías de más de 700 mujeres, a las que presentaba en una página web como si fueran prostitutas. El estafador sacaba los materiales de las páginas web de citas en que las damnificadas publicaban su contenido para entablar amistad y conocer gente.
Citas con sesiones de fotos íntimas
Una vez difundidas las fotos en los sitios web correspondientes, el delincuente se ponía en contacto con las mujeres, fingiendo ser un agente de la Interpol. El criminal advertía a las víctimas de que las mafias extranjeras podrían aprovecharse de sus fotografías.
De esta forma, persuadía a las perjudicadas de que debían encontrarse con él para obtener más información y buscar una solución.
Para conseguir una cita, el arrestado amenazaba con enviar el contenido comprometido (en el que las mujeres aparecían como prostitutas) al círculo laboral y social de las víctimas. En una ocasión, el criminal logró organizar un encuentro con una mujer, a la que pidió que se desnudara con la excusa de hacerle fotos para comprobar que no tenían marcas o cicatrices, verificando así la autenticidad de las fotos de Internet.
Al recibir las denuncias presentadas por varias víctimas, los investigadores consiguieron localizar e identificar al delincuente. El arresto se hizo gracias a un dispositivo de vigilancia instalado en una zona boscosa del Castillo de Santa-Bárbara donde la mujer se había reunido con el criminal.
La Policía registró la casa del hombre, donde encontró material informático que comprometía a las mujeres, así como con las credenciales de la Interpol falsas que el estafador usaba para inspirar confianza.